jueves, 14 de junio de 2018

Estás solo, pero está bien (reflexión/poema).



Estás solo, pero está bien.

Quizá estás tirado en tu cama mirando al techo, observando la vida pasar y contando los respiros que hacen falta para que te mueras.
Quizá estás recordando cosas de hace nueve, siete, o cinco años.
Quizá estás observando tus venas, pensando cuál es la que te causaría que te desangres más rápido y sin dolor.
Quizá sólo estás ahí, tirado, acostado sin pensar en algo en particular.
Hoy la vida continua, el sol sale nuevamente y tienes el lujo, el placer, la oportunidad de respirar de nuevo.
Hoy la soledad se posa sobre tu cama y te acaricia con sus fríos dedos.
Estás solo, pero está bien.

La vida sigue, tus amigos crecen y se distancian pero lo hacen para bien… o por lo menos eso se les desea.
Tu familia crece y a la par disminuye. Quizá hace un par de años falleció una tía y hace un par de meses nació un sobrino o primo más.
Quizá alguien que consideraste el amor de tu vida se va a casar con alguien que no eres tú o quizá decidió adentrarse en el mundo de ser padre o madre y ahora espera un hijo.
Y tú sigues aquí, sin pareja, sin hijos, sin mascotas.
Estás aquí, existiendo entre libretas, papeles en el suelo y alguno que otro hábito negativo pendiente por corregir.
Estás solo, pero está bien.

Cada paso que has dado. Cada enfermedad, accidente o decepción de la que te has levantado te convierte en la prueba viviente de que eres fuerte, que no eres una bolita de algodón y que puedes sobrellevar la vida.
Toda esa presión te ha convertido en un diamante en bruto, la vida te ha regalado un par de años más para que tomes la iniciativa de pulirte día con día para alcanzar tu potencial completo, hasta ser un diamante por completo.
Tienes sueños, metas, deseos y objetivos por cumplir, levántate todos los días, sonríe aunque te salga forzado y siempre recuerda.
Estás solo, pero está bien.

Mikapiensa
13/Junio/2018


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