lunes, 28 de agosto de 2017

Después de ti, número seis. (poesía)

Ponle play primero y después lees lo que escribí, sí? 



A destiempo…

¿Por qué lloras pequeño?
Me dijo la vida.

A destiempo he llorado, y malamente quise corregir demasiado tarde.
He perdido, he llorado, he dudado y he esperado.

¿Dónde está mi santuario?
¿Se ha derrumbado?

Saturé mi vida y perdí demasiado.
Estoy cansado y deprimido.

Quiero avanzar correctamente y dejar atrás las cosas que perdí.
Quiero retroceder un poco y luchar por recuperar parte de lo perdido.
Quiero cerrar los ojos y morirme para ya no batallar con los destiempos.

Cuando debía llorar, hice tarea.
Cuando debía hablar, hice tarea.
Cuando debía escribir, hice tarea.
Cuando debía amar, hice tarea.

Esta semana bajó la tarea.

Ahora que puedo llorar, ya no hay nadie.
Ahora que puedo hablar, ya no hay nadie.
Ahora que puedo escribir, ya no hay nadie.
Ahora que puedo amar, ya no hay nadie.

Hice y viví a destiempo.
Procuré avanzar rápido para tener tiempo en el futuro.
Ahora que estoy en ese futuro, estoy solo y sin tiempo.

Y hoy ¿qué hago?
Miento. Miento cada vez que dibujo una sonrisa en mi rostro.
Miento cuando digo que estoy bien.

Esbozo una sonrisa para no levantar preguntas.
-¿Qué tienes? Te veo raro
-Es la migraña, a veces me pega muy fuerte.

-¿Estás llorando?
-A noche me pegó insomnio y no dormí, y cuando no duermo me lloran los ojos.

Me he convertido bastante bueno en el arte de mentir.

A destiempo avanzo y escribo.
Ahora que es muy tarde, me arrastro.
Ahora que es muy tarde, sollozo.
Ahora que es muy tarde, lamento.

Pido perdón al viento y espero que este perdón llegue a los oídos de quién yo espero.

Y todo esto por vivir a destiempo.  

Mikapiensa

Después de ti, número cinco. (poesía)

Ponle play primero, después lees lo que escribí, sí?




Me gusta pensar que mi vida es como una película, y la audiencia es la gente presente en mi vida. Un día de repente un chingo de gente se fue de la función, ¿tan mal director soy?

Hasta aquí todo era perfecto, la función se desarrollaba maravillosamente, mas nunca estuvo en mis manos el control de cada escena.

Hasta aquí yo era relativamente feliz y estaba completo, tenía idea de lo que quería hacer con mi futuro y cómo quería hacerlo.

Sabía a dónde iba pero principalmente con quién quería ir.

Hoy estoy perdido.
Estoy sentado
Con insomnio
Con depresión
Con nostalgia
Con migraña
Con los ojos hinchados
Con las manos temblorosas
Con el estómago revuelto
Con el corazón oprimido.

La vida dio un giro inesperado, y así como he estado arriba y he estado abajo, hoy estoy en una posición en la que nunca había jugado, estoy quebrado, pero quebrado más allá de lo físico y de lo espiritual, estoy quebrado en lo sentimental.

Hasta hoy pensé que hacía bien, hasta hoy pensé que la libertad era buena, hasta hoy creí que el dar espacio era positivo y el empujar a las personas a hacer cosas que normalmente no harían era algo bueno.

Me equivoqué, eso creo.

Hoy estoy aquí, sentado. Le escribo mis penas a algún fantasma del pasado y dejo un par de lágrimas caer a escondidas de lo que hago.
“Es que tengo mucho sueño y cuando bostezo me lloran los ojos”
Suena como la excusa más creíble.

Hoy estoy aquí, sin respuestas, sin sueños, sin nada ni nadie.
Busco al egoísmo para que me impulse a avanzar solo pero me encuentro a la tristeza.
Busco a la esperanza pero me topo a la nostalgia.
Busco en fotografías, en memorias y me arrastro para avanzar.

Maldigo esta decisión en la cuál me alejé de lo que tenía y de lo que era.
Creí perseguir felicidad pero me siento más infeliz que antes.
Quisiera cerrar los ojos y dormir para siempre.
Quisiera escribir una obra de mil páginas de mi tristeza.

Hoy estoy aquí, sentado, pensando y sentado.
La migraña me abate y mis ojos lagrimean sin control.

¿Qué tanto he perdido?
¿Qué tanto más voy a perder?
Quisiera perder la vida y recuperar el sueño.
Quisiera recuperar mi vida y perder este desasosiego.  

Pero no puedo, no lo hago, no lo consigo, no lo entiendo.
¿Qué acaso nadie vio el mismo panorama que veo?
¿Qué hago? ¿Qué digo?
¡Alguien responda por favor!
Estoy gritando ayuda a un enorme vacío.

Quisiera que los números expresaran esto que digo, quisiera que mis versos abarcaran la inmensidad de lo que está pasando, quisiera que mis manos plasmaran todo lo que no alcanzo a expresar.

Lo único que alcanzo a expresar son tres líneas.
  • ·         Tengo insomnio.
  • ·         Estoy hasta la madre
  • ·         Quiero morir, perdón, que diga, dormir.



Mikapiensa 

martes, 1 de agosto de 2017

Después de ti, número cuatro. (poesía)

Ponle play primero, después lees lo que escribí, sí? 



Hasta aquí sabía en qué punto de mi vida estaba. Sabía a dónde me dirigía, sabía cómo me dirigía, sabía con quién me dirigía.
Hasta aquí estaba seguro de lo que hacía, cómo lo hacía, con quién lo hacía.
Hasta aquí… lo estaba.

Quiero avanzar de nuevo a mi ritmo pero no puedo.
Quiero dar otro paso, pero cuesta mucho trabajo.
Tiemblan mis manos, lloran mis ojos y se seca mi garganta.

Hasta aquí sabía con quién avanzaba y cómo avanzaba y estúpidamente no me di cuenta cuando la otra persona ya no avanzaba conmigo.
Hasta aquí, hasta aquí sabía cómo es que había llegado a dónde quería y sentí y pensé y creí que todo era perfecto y tenía solución alguna.
Hasta aquí amé, hasta aquí adoré
.
Hoy, me doy cuenta en dónde estoy.
Hasta aquí, estoy aquí, sólo, sin pareja, sin amigos que compartan el vino, sin nadie que no hable, que sólo me escuche y ponga su mano sobre mi hombro o mi espalda.
Hasta aquí me doy cuenta de todo lo que he perdido, y no me siento más ligero, no, me siento más miserable, más triste, más taciturno y nostálgico.

Hasta aquí me duele pasar saliva y me duele voltear hacia atrás.
Duele y seguirá doliendo, porque es una herida abierta que no va a cerrar, no mañana, no pasado mañana, probablemente pasen semanas, meses, incuso años. No va a cerrar, será un firme recordatorio de lo poco que he ganado y lo mucho que he perdido para llegar hasta aquí.

Hasta aquí, un punto dónde no he llegado a la cima, ni siquiera he llegado a la mitad, tengo miedos, dudas, deseos y tantas esperanzas.

Hasta aquí estoy, relativamente desecho con mi cuerpo cansado y adolorido.


Hasta aquí. 

Mikapiensa