lunes, 28 de agosto de 2017

Después de ti, número cinco. (poesía)

Ponle play primero, después lees lo que escribí, sí?




Me gusta pensar que mi vida es como una película, y la audiencia es la gente presente en mi vida. Un día de repente un chingo de gente se fue de la función, ¿tan mal director soy?

Hasta aquí todo era perfecto, la función se desarrollaba maravillosamente, mas nunca estuvo en mis manos el control de cada escena.

Hasta aquí yo era relativamente feliz y estaba completo, tenía idea de lo que quería hacer con mi futuro y cómo quería hacerlo.

Sabía a dónde iba pero principalmente con quién quería ir.

Hoy estoy perdido.
Estoy sentado
Con insomnio
Con depresión
Con nostalgia
Con migraña
Con los ojos hinchados
Con las manos temblorosas
Con el estómago revuelto
Con el corazón oprimido.

La vida dio un giro inesperado, y así como he estado arriba y he estado abajo, hoy estoy en una posición en la que nunca había jugado, estoy quebrado, pero quebrado más allá de lo físico y de lo espiritual, estoy quebrado en lo sentimental.

Hasta hoy pensé que hacía bien, hasta hoy pensé que la libertad era buena, hasta hoy creí que el dar espacio era positivo y el empujar a las personas a hacer cosas que normalmente no harían era algo bueno.

Me equivoqué, eso creo.

Hoy estoy aquí, sentado. Le escribo mis penas a algún fantasma del pasado y dejo un par de lágrimas caer a escondidas de lo que hago.
“Es que tengo mucho sueño y cuando bostezo me lloran los ojos”
Suena como la excusa más creíble.

Hoy estoy aquí, sin respuestas, sin sueños, sin nada ni nadie.
Busco al egoísmo para que me impulse a avanzar solo pero me encuentro a la tristeza.
Busco a la esperanza pero me topo a la nostalgia.
Busco en fotografías, en memorias y me arrastro para avanzar.

Maldigo esta decisión en la cuál me alejé de lo que tenía y de lo que era.
Creí perseguir felicidad pero me siento más infeliz que antes.
Quisiera cerrar los ojos y dormir para siempre.
Quisiera escribir una obra de mil páginas de mi tristeza.

Hoy estoy aquí, sentado, pensando y sentado.
La migraña me abate y mis ojos lagrimean sin control.

¿Qué tanto he perdido?
¿Qué tanto más voy a perder?
Quisiera perder la vida y recuperar el sueño.
Quisiera recuperar mi vida y perder este desasosiego.  

Pero no puedo, no lo hago, no lo consigo, no lo entiendo.
¿Qué acaso nadie vio el mismo panorama que veo?
¿Qué hago? ¿Qué digo?
¡Alguien responda por favor!
Estoy gritando ayuda a un enorme vacío.

Quisiera que los números expresaran esto que digo, quisiera que mis versos abarcaran la inmensidad de lo que está pasando, quisiera que mis manos plasmaran todo lo que no alcanzo a expresar.

Lo único que alcanzo a expresar son tres líneas.
  • ·         Tengo insomnio.
  • ·         Estoy hasta la madre
  • ·         Quiero morir, perdón, que diga, dormir.



Mikapiensa 

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