Procedimientos para borrar
una memoria (uno)
¿Cuál es el procedimiento para
borrar tu recuerdo?
He caminado por calles que no recuerdo
su nombre pero si recuerdo el tuyo.
He lavado la memoria de mis pasos en
la playa pero conservo tu imagen.
He bebido té de hierbas que no
disfruto pero si disfruto que fueron tu sugerencia.
He comido cosas que amaba pero
ninguna la amo tanto como a ti.
He leído viejas cartas, canciones,
anotaciones y memorias.
He acariciado a la memoria con
delicadeza de no dañar tu recuerdo.
He besado tantas veces al cielo que
ya no sé a quién obsequié mi último beso.
He abrazado a tu ausencia en mi
pecho con fuerza con la esperanza de materializarte pero no sucede.
No existe un procedimiento apropiado
o adecuado.
Sabines dijo:
“Tiempo, abstinencia y soledad”
El tiempo nunca basta, sólo
posterga.
Tomo las acciones en mis manos, leo,
escribo, redacto, pienso y dejo ir
Y la abstinencia…
¿De qué tipo?
No puedo besar otros labios sin
pensar en tus labios.
No puedo abrazar otro cuerpo sin
pensar en tu cuerpo.
No puedo intimar si cada acción me
sabe a infidelidad que no le debo a nadie.
Me he aislado, me he arrojado y
cerrado cada puerta que da pie a algo.
He expresado mi sentir y he cerrado
ventanas y he cercenado lazos.
La soledad puede ser muy buena o muy
mala consejera.
A veces me pide silencio.
A veces me pide no existir más.
Yo no camino, me arrastro.
Recobro la fuerza en mis piernas y
busco razones para caminar.
Tu recuerdo siempre me sale a flote.
¿Cómo dejo de repetir la frase “yo
me quería casar”?
¿Cómo dejo de comparar esa parte de
mi pasado con mi presente?
¿Cómo suelto lo que tenía planeado
para el futuro?
¿Cómo dejo de auto torturarme con tu
imagen a las tres de la mañana?
En la cima de este letargo.
Voces…
“Estás bien.”
“Tienes vida.”
“Cosas mejores vendrán.”
“No era para ti.”
Y cómo explico que era la primera
vez que me enamoraba.
Que es algo nuevo para mí.
Que siempre se me ha dificultado el
soltar.
Y que en la parte más profunda de mi
corazón encontré tu voz.
Y nada, me empujo a vivir un día más
a la vez.
A superarme de un modo u otro.
A no llorar por cosas que no serán.
Y abrazo esta paternidad que quizá
tenga que esperar.
Al final, todo está bien, todo está
mal.
Da igual.
Mikapiensa
26 de diciembre, 2019
bueno creo que todos necesitamos mas procedimientos para borrar personas de la memoria
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