miércoles, 28 de agosto de 2019

Verano del 2019 (I)

Verano del 2019 (I)

Cuando la pena, la tristeza o la ausencia me besa, escribo.
Siempre desahogo y expreso lo que duele, y su motivo.  
Muchas veces no entiendo a la gente, eso me tiene un poco consternado.
Y a veces hay gente que provoca en mí, reacciones que me tienen devastado.

Anoche pasé un buen rato con los ojos hinchados.
Los ojos de fuente, manos de temblorosas y la luz apagada.  
Tomé mi pluma, mis manos, mi libreta.
Tomé mi dolor, mi inseguridad, y los expresé a manera de poema.

Me comí la métrica y la rima.
Sólo pensé en sacar, en desahogar y sentirme más tranquilo.

Me dicen que las cosas pasan por una razón.
A veces yo no les encuentro ningún sentido.
Me dicen que estoy bien por seguir mi objetivo.
A veces duele demasiado, ¡estoy siendo objetivo!

Me reprocharon el perseguir mi sueño.
Yo lo veía como un sueño compartido.
Me reprocharon el no sentirme listo.
Fueron más de cinco razones que me tenían en el piso.  

Siempre pensé que el abandono llegaría por otra razón.
Por fallar a la lealtad que prometí con el corazón.

Y no me hablen de empatía si no entienden que es ponerse en mi lugar.

Si mi lugar está solo, te juro no es porque así lo haya pedido.
Entre más avanzo menos entiendo, menos comprendo y más me duele.
Me aferro a mis ideales que la gente no comparte.
Me aferro porque me sentí seguro por lo menos un instante.

No me hablen de amigos, cada quién siguió su camino.
No me hablen si te digo que en este momento no lo necesito.
Necesito soltar aquello que no es y nunca fue mío.
Necesito no sobre analizar lo que sucede en mí camino.

Cada decisión me abre un sendero diferente.
Debería sentirme feliz, pero me siento menos inteligente.
Cada persona que pasa por mi vida tiene un precio.
¿Quién lo ha decidido?

Está pinche aventura es más costosa de lo que pensé.
Mandé tantas cosas al carajo, hoy no me sientan bien.
La gente llega y la gente se va.
Yo sigo aquí caminando, no quiero mirar atrás.

Que no me hablen o me digan que me regalan su empatía.
Guárdate tu chingadera, yo me quedo con la mía.

Yo no entiendo, evidentemente no voy a entender.
No me exijan madurez para asimilar un pluscuamperfecto.
Había creído que estaba en lo correcto.

No me toquen, necesito destruirme y volver a comenzar.
Verano del 2019, bonita fecha para madurar.

Michel Zamudio
28 de agosto, 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario