domingo, 23 de junio de 2019

Sin título


En un tumulto de miradas lascivas y despectivas, resalta el brillo de tus ojos.
Entre cientos de gritos que ahogan el silencio, resalta lo dulce de tu voz.
Y de todos los dedos que te apuntan, los silencios que te fulminan y las miradas te laceran.
Te pierdes en las corrientes que llamamos vida.

Te entregas a caricias, besos y miradas.
Abres tus brazos a figuras que te atrapan.
Vuelas o sólo te dejas llevas por el viento.
Y entre todo lo que sucede, escapas de mis dedos.

¿Quién soy yo para poseerte?
Si no soy nadie más que para escribirte.

Pasas de largo, acariciando a la depresión.
Y besas labios que no te besarían como yo.
Regalas tu mirada y tus abrazos, pero no el corazón.
Palabras más, palabras menos.

Te encuentro pero no te alcanzo, y externo mi sentir
A cuenta gotas para no ahogarte en el sentimiento.
Me dejo llevar con temblor y con miedo.
¿y tú?

 Pasas de largo, tan efímera y cortante.
Como navajas en los labios que mutilan mi expresar.
Te abro una habitación del corazón para alojarte
Pero te rehúsas porque adoras tu libertad.

Adoras la música, tu silencio y tu licor.
Te prestas para la lubricidad casual en brazos ajenos.
Y cambias de página cuando algo te aburre.
¿Cómo conquistarte sin poseerte?

Abres dudas, cuestiones en mi cabeza.
Tocas puertas que no sabía que poseía.
Corres entre los pasillos del soñar y de la ilusión
Pero nunca te quedas en una habitación del corazón.

Quiero abrazarte, poseerte y mirarte.
Quiero regalarte un poco de mi felicidad
Y compartirte mi vida por un lapso.
Quiero que sientas lo que siento en un abrazo.
Michel Zamudio (Mikapiensa)
23/Junio/2019

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