lunes, 2 de noviembre de 2015

Regret número uno.

Regret número uno.

                Hola, me llamo…
                               tengo tantos años de edad…
                                               moriré eventualmente sin darme cuenta…

                El sábado pasado tuve un examen en el que tuve el placer de conocer a seis personas que en cierto modo me hicieron abrir los ojos y a la vez cerrarlos. Me hicieron sentir tristeza y pereza por mi vida, sentí cierto malestar por el hecho de saber que quizá he desperdiciado un par de años de mi vida en cosas tan absurdas que me arrepentí de haberlas hecho o vivido, y es cierto, quizá debí invertir menos tiempo pensando en la idea de enamorarme de alguien que no me correspondía o dejar de perseguir aquellos amigos que se desviaron del camino y quise enderezar su camino aún sabiendo que ya era muy tarde. Quizá debí centrarme más en mis libros de matemáticas, en mis grupos de amistades intelectuales o aprender herramientas nuevas. Es fácil voltear al pasado y sentir cierto arrepentimiento por lo que no somos, por lo que no alcanzamos y por lo que no será, pero mi vida no se termina en un pozo infinito de lamentarse, tengo veintitantos años y aún puedo cambiar la historia de mi vida. Todavía tengo oportunidad de realizar algo por esta existencia que pasa de ser alegre a la tristeza y viceversa.

Te prometo no cerrar los ojos y vivir mi vida sin conformarme nunca más, levantarme cuando caiga y no buscar despertar lástima de nadie más.

                                                                                              M. Gray 


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