Sin título
Si
estuvieras aquí, podría invitarte a bailar y no me sentiría tan estúpido.
Si estuvieras
aquí, podría reflejarme en tus ojos y sentirme más seguro.
Si estuvieras
aquí, podría susurrarte mi alegría y mi tristeza.
Si estuvieras
aquí, podría sentirme seguro con mi torpeza.
Si estuvieras
aquí, podría invitarte a tomar café.
Si estuviera
aquí, podría platicarte mi día, mi mes y mi vida.
Si estuvieras
aquí, podría perderme en la comisura de tus labios.
Si estuvieras
aquí, podría juguetear con tus dedos.
Si estuvieras
aquí, podría tomarte fotografías coquetas.
Si estuvieras
aquí, podría abrazarte sin sentirme incómodo.
Si estuvieras
aquí, podría contarte lo que soy sin miedo.
Si estuvieras
aquí, podría perderme en tu imagen por completo.
Si estuvieras
aquí, podría llevarte a comer helado de galleta.
Si estuvieras
aquí, podría escucharte y sentirme sereno.
Si estuvieras
aquí, podría tener esos contactos socarrones y coquetos.
Si estuvieras
aquí, podría recargarme en ti.
Pero no estás
aquí,
Sino allá,
dónde mis inseguridades tienen nombre y apellido.
Sino allá,
dónde veo mis limitaciones y defectos.
Sino allá,
dónde soy tan inseguro, estúpido y pequeño
Y no estás, y
lo único que hay.
Es un chingo de
distancia.
Es un chingo de
tu ausencia.
Es un chingo de
inseguridad.
Y un chingo de
mí sin ti.
Mikapiensa
30/Noviembre/2018
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