Ponle play primero, después lees lo que escribí, sí?
Hasta aquí sabía en qué punto de mi vida
estaba. Sabía a dónde me dirigía, sabía cómo me dirigía, sabía con quién me
dirigía.
Hasta aquí estaba seguro de lo que hacía, cómo
lo hacía, con quién lo hacía.
Hasta aquí… lo estaba.
Quiero avanzar de nuevo a mi ritmo pero no
puedo.
Quiero dar otro paso, pero cuesta mucho
trabajo.
Tiemblan mis manos, lloran mis ojos y se seca
mi garganta.
Hasta aquí sabía con quién avanzaba y cómo
avanzaba y estúpidamente no me di cuenta cuando la otra persona ya no avanzaba
conmigo.
Hasta aquí, hasta aquí sabía cómo es que había
llegado a dónde quería y sentí y pensé y creí que todo era perfecto y tenía
solución alguna.
Hasta aquí amé, hasta aquí adoré
.
Hoy, me doy cuenta en dónde estoy.
Hasta aquí, estoy aquí, sólo, sin pareja, sin
amigos que compartan el vino, sin nadie que no hable, que sólo me escuche y
ponga su mano sobre mi hombro o mi espalda.
Hasta aquí me doy cuenta de todo lo que he
perdido, y no me siento más ligero, no, me siento más miserable, más triste,
más taciturno y nostálgico.
Hasta aquí me duele pasar saliva y me duele
voltear hacia atrás.
Duele y seguirá doliendo, porque es una herida
abierta que no va a cerrar, no mañana, no pasado mañana, probablemente pasen
semanas, meses, incuso años. No va a cerrar, será un firme recordatorio de lo
poco que he ganado y lo mucho que he perdido para llegar hasta aquí.
Hasta aquí, un punto dónde no he llegado a la
cima, ni siquiera he llegado a la mitad, tengo miedos, dudas, deseos y tantas
esperanzas.
Hasta aquí estoy, relativamente desecho con mi
cuerpo cansado y adolorido.
Hasta aquí.
Mikapiensa
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