Desconocidos
Cuando nos
conocimos, realmente no nos conocimos, hemos sido desconocidos en aumento.
No te
conozco, no me conoces, nos interesamos el uno por el otro si es que
coincidimos.
Pasan los
días que se vuelven semanas que se vuelven meses que se vuelven años.
Pasa la
vida y nosotros aquí, siendo pequeños gigantes jugando a ser adultos refugiados
en alcohol, refugiados en amor, refugiados en alguien más.
¿Cuánto hay
que desconocernos para conocernos?
Te ocultas
entre la belleza de tus pétalos, entre tus espinas y distraes la atención con
tu fragancia.
Me ocultas
la mirada y palabras que son clave para contar tu historia.
¿Cuánto hay
que desconocernos para conocernos realmente?
Imperceptible
para la lógica, te mueves como una fantasía o un sueño incompleto.
Arrancas el
pensamiento para dejarlo morir en la ausencia de las palabras.
¿Es que
somos tan distintos?
¿Qué es esa
historia que no cuentas y que guardas celosamente?
Una vez me
aventuré a idealizar desconocidos, terminé decepcionado.
Esperaba encontrarnos
en un lugar no planeado para tener una conversación jamás imaginada.
En ese
entonces preparaba café y servía dos tazas, una para mí y otra para mi invitado
o invitada que nunca llegaba.
Escribía mis
versos en una libretita que terminó llena de dibujos de mis fantasías.
Amaba las
noches porque era cuando me refugiaba en alguien que en mí no se refugiaba.
Y quise
amarla a ella, pero ella no me amaba.
Ahora, los
años han pasado y de eso sólo quedan memorias.
Seguimos conociendo
gente se vuelven desconocidos después de un par de meses.
Seguimos avanzando
en un camino extraño y sin mucho sentido a veces.
Yo aún
escribo en una libretita que cargo a todos lados, sirvo dos tazas de café, una
para mí y otra para la memoria.
Busco
desconocidos que sean capaces de sorprenderme y de tenderme la mano.
Encuentro que
no estoy tan loco si no que estoy un poco solo.
Ahora te
escribo a ti, que eres desconocida y algo ocultas en tus letras o en tu mirada.
Pienso que
los días se pasan y mi vida se acaba, te regalo una de mis horas y te regalo
una mirada.
El tiempo
me ha hecho indiferente, desconfiado y refunfuñón.
Quiero desconocerte
para que puedas conocerme de nuevo.
Y platicar
que a estas alturas del juego es lo que puedo obsequiar sin pretextos.
Y escribir
en mi libretita y de mis dos tazas de café regalarte una.
Mikhael
Gray
6 de
noviembre de 2016
"A veces, he pensado mostrarme anónimo ante ti para poder tratarte sin todos esos juicios que arrastras con todo lo que está firmado con mi nombre, como empezar desde cero, desconocerme para que realmente me conozcas después"
Carlos Sadness
Dueño de la imagen:
http://patrick-brian.deviantart.com/
Extrañaba esto... tan hermosos como siempre !
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