domingo, 6 de noviembre de 2016

Desconocidos (poesía)


Desconocidos

Cuando nos conocimos, realmente no nos conocimos, hemos sido desconocidos en aumento.
No te conozco, no me conoces, nos interesamos el uno por el otro si es que coincidimos.
Pasan los días que se vuelven semanas que se vuelven meses que se vuelven años.
Pasa la vida y nosotros aquí, siendo pequeños gigantes jugando a ser adultos refugiados en alcohol, refugiados en amor, refugiados en alguien más.
¿Cuánto hay que desconocernos para conocernos?
Te ocultas entre la belleza de tus pétalos, entre tus espinas y distraes la atención con tu fragancia.

Me ocultas la mirada y palabras que son clave para contar tu historia.
¿Cuánto hay que desconocernos para conocernos realmente?
Imperceptible para la lógica, te mueves como una fantasía o un sueño incompleto.
Arrancas el pensamiento para dejarlo morir en la ausencia de las palabras.
¿Es que somos tan distintos?
¿Qué es esa historia que no cuentas y que guardas celosamente?

Una vez me aventuré a idealizar desconocidos, terminé decepcionado.
Esperaba encontrarnos en un lugar no planeado para tener una conversación jamás imaginada.
En ese entonces preparaba café y servía dos tazas, una para mí y otra para mi invitado o invitada que nunca llegaba.
Escribía mis versos en una libretita que terminó llena de dibujos de mis fantasías.
Amaba las noches porque era cuando me refugiaba en alguien que en mí no se refugiaba.
Y quise amarla a ella, pero ella no me amaba.

Ahora, los años han pasado y de eso sólo quedan memorias.
Seguimos conociendo gente se vuelven desconocidos después de un par de meses.
Seguimos avanzando en un camino extraño y sin mucho sentido a veces.
Yo aún escribo en una libretita que cargo a todos lados, sirvo dos tazas de café, una para mí y otra para la memoria.
Busco desconocidos que sean capaces de sorprenderme y de tenderme la mano.
Encuentro que no estoy tan loco si no que estoy un poco solo.

Ahora te escribo a ti, que eres desconocida y algo ocultas en tus letras o en tu mirada.
Pienso que los días se pasan y mi vida se acaba, te regalo una de mis horas y te regalo una mirada.
El tiempo me ha hecho indiferente, desconfiado y refunfuñón.
Quiero desconocerte para que puedas conocerme de nuevo.
Y platicar que a estas alturas del juego es lo que puedo obsequiar sin pretextos.
Y escribir en mi libretita y de mis dos tazas de café regalarte una.

Mikhael Gray

6 de noviembre de 2016  

"A veces, he pensado mostrarme anónimo ante ti para poder tratarte sin todos esos juicios que arrastras con todo lo que está firmado con mi nombre, como empezar desde cero, desconocerme para que realmente me conozcas después" 
Carlos Sadness 

Dueño de la imagen: 
http://patrick-brian.deviantart.com/